Para muchas personas la vida es
tan solo un juego, no hay compromisos ni responsabilidades, todo lo que hay es
simplemente vivir lo que los sentidos nos manden sin importar ninguna
consecuencia, de manera que lo único más importante es el placer y nada más.
Cuando esto sucede así, la vida no tiene más objetivo que el de correr
apresuradamente sin importar para nada lo que las acciones pueden traer
como consecuencia.
Estas
personas no conocen de valores fundamentales y viven negándose a si mismo, y
negando todo lo que significa responsabilidades y madurez.
Por el contrario,
una persona que tiene valores no está dominada por los sentidos y no puede ser
manipulada por impulsos, emociones y confusiones derivados de deseos, porque no se deja a sí mismo envolver.
Los Valores
son fundamentales para la vida, no sólo para nuestra vida sino también
para la vida de los demás. Los valores nos ubican en la correcta perspectiva
de la responsabilidad ideal y buena.
Por ejemplo:
¿Qué haría un niño sí su padre no lo alimentase y no lo cuidase? Los valores de
aquel hombre padre y madre le hace claramente mirar que por encima de cualquier
sentimiento personal, se encuentra el cuidar, atender y velar por este
niño que se halla frágil y vulnerable.
Los valores
no hacen trascender nuestra propia ignorancia y desconocimiento. Por esta
razón, podemos decirle no a cosas, situaciones, experiencias que pueden lucir atractivos,
tan deseables pero nuestros valores nos advierten que no es el camino,
que por el contrario es perdición.
Los seres
humanos son muy frágiles y susceptibles e influenciables y rápidamente
podemos caer en la trampa de hacer lo que queremos , lo que deseamos pero no lo
que tenemos que hacer.
Cuando los
valores se debilitan, las responsabilidades escasean y se pierde el orden
en el universo complejo del engaño, del placer por el placer.
Los valores no son el infierno, no son jaulas, no son cadenas.
Sin embargo,
los valores son atributos necesarios para la correcta expresión y
dimensión de la vida espiritual.
Sí pudieses
escuchar. Sí pudieses abrir tu corazón un instante, entonces comprenderías ya
no con tu mente sino con tu espíritu. Pero a veces las personas se
confunden y creen que las demás personas son como una roca, pared,
muralla, como alguien incomprensible y no ven nada más.
Sí eso te pasa
alguna vez, no mires la roca, mira el mar, el horizonte. Mira el cielo
infinito, entonces la roca que veías en verdad solo era lo que tú querías
ver.
La verdad
está más allá, la verdad es ese infinito que te ama y que
quizás no alcanzaste a comprender.
“LOS VALORES SON
ESAS COSAS
QUE
TODO EL MUNDO SABE QUE
EXISTEN,
PERO SIEMPRE OLVIDAN”
Que tan interesante está este artículo, ya que muchos de nosotros sabemos de los valores y nunca los practicamos, pero si queremos que nuestros hijos los apliquen en sus vidas, primero el ejemplo y luego pidamos.
ResponderEliminarMUY BUENO Y EXCELENT TODO LO Q NOS ENSEÑA ES UNA PAUTA PARA PONER A PRACTICA EN LA VIDA GRACIAS POR TUS ENSEÑANZAS UN BESO Y SIGUE ENSEÑANDONOS TAN BUENOS ARTICULOS
ResponderEliminarEn ningún otro lugar,como en el seno familiar, se viven de manera directa y personal valores como el amor, la alegría, la oración, el dialógo y el perdón. Las actitudes y los comportamientos que allí se viven, serán asumidos por los hijos en su vida personal.
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